viernes, 3 de octubre de 2008

Una idea...

"Pensar fuera del cuadro implica superar las dicotomías tradicionales", frase con la que nos incorporamos nuevamente al blog, y que, obviamente, motivará nuestro siguiente post. Por lo pronto, bien vale sopesarla.

lunes, 3 de marzo de 2008

Loor a Sabines

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.


Jaime Sabines

domingo, 17 de febrero de 2008

Ser moderado está de moda

Bajo la bandera de la moderación hoy es aceptable cambiar totalmente de ideas políticas o negar apoyo a quienes intentan transformar de fondo el estado de las cosas. Porque la vía del moderado no es la radical.

Todos los días los medios de comunicación se encargan de señalar a los enemigos del sistema como radicales y de potenciar el miedo al cambio. Desde luego, la vía del moderado no puede ser otra que la “institucional”, aunque esas instituciones no tengan credibilidad o esté en duda su certeza.

De esa manera el social conformismo se ha adueñado de los metarrelatos. El discurso dominante es el que refiere que se ha avanzado tanto, y en tantos rubros, durante los últimos años que ese es el camino a seguir, y no hacerlo es volver a un pasado de ingrata memoria.

Quienes así lo creen ya no pueden razonar de otra manera: ese es el cuadro que enmarca su percepción.

Ser moderado está de moda.

Lástima que nunca me ha gustado estar a la moda.